viernes, 10 de octubre de 2008

...viendo llover...

Me gusta ver llover desde una ventana, como a mucha gente. El cielo esta oscuro, cubierto de nubes negras y, sea la hora que sea, parece que alguien se ha llevado la luz para que no le quite importancia al agua.
Me gusta cuando llueve fuerte, con rabia. Como si desde alli arriba quisieran limpiar el mundo de todo lo malo.
Pero aqui, aqui todo es diferente, incluso la lluvia. Caminas por la calle bajo el cielo cubierto de nubes blancas y de pronto llueve. Sin aviso previo, la luz no se va, la claridad se mantiene, solamente llueve. Y llueve con furia, y si miras hacia arriba ves la lluvia caer, claramente diferenciada del fondo.
Y despues esta el viento que se alia con la lluvia y juega con ella. La retuerce, cambia su rumbo, la hace bailar en todas las direcciones.
Me gusta ver llover desde una ventana, pero tambien me gusta mojarme bajo la lluvia, y para eso, Bangor es el lugar perfecto.

jueves, 2 de octubre de 2008

... no volver a despertar ...

Hay dias que es mejor no levantarse. En realidad la noche suele predecirlo, pasas frio, das vueltas, la manta resbala hasta el suelo, te duele el cuello... pero por la ma;na te levantas, y vas a la clase de las 11 aunque podias haber ido a la de las 15. Y te vistes con tus leggins extra-glossy nuevos, y zapatos de tacon, y con toda tu buena intencion metes todos tus bartulos en un bolso de piel negra enorme, te pones tu abrigo gris y sales a la calle.
Al principio no esta mal pero los ordenadores de la biblioteca estan ocupados, hecho que no se te ocurre identificar como nada mas da;ino que una mala casualidad. Pero las dos salas de ordenadores tambien estan ocupadas pero estas hasta las 15 de la tarde por una clase especial. Sigues sin creer que algo raro esta pasando, vuelves a la biblioteca y la suerte te hace un guinho "todavia no me he olvidado del todo de tu nombre".
Encontrar la clase de gramatica no podia tener mucha ciencia, pero 20 minutos mas tarde estas perdida en un laberinto de pasillos estrechos y sin ventanas pero siempre hay alguien que sonrie al verte entrar y la hora y media de clase no esta tan mal.
Pero algo tenia que ir mal y vuelves al ordenador y recibes noticias en apariencia cotidianas pero te;idas de venganza. Y entonces, sin darte cuenta, todo empieza a ponerse gris y no es porque vaya a llover sino porque algo ha cambiado el color de tu humor. Y porque, ya nos hubiera gustado saberlo esta ma;na, pero no deberiamos habernos levantado de la cama.